Desde el tercer vigésimo piso me saludó un día
De sus ojos vi salir un mundo entero
De entre sus manos vi una caricia perdida
De sus labios, una sonrisa olvidada
De sus pasos, caminos equivocados.
Le miré a los ojos
Le sonreí
No me creyó sincera y se dio la vuelta
Corrí a su lado
Toqué su hombro
Pensé salir corriendo
Su mirada quemaba el alma
Y su presencia daba escalofríos
Corre… corre…
Gritó el cerebro al cuerpo
…
Hace años que el corazón le dominaba
Indagó en mis ojos su secreto
Su reflejo en mis manos
Y su voz en mis letras
Descubrí en mi silencio su mirada
Y en sus ojos mis recuerdos
Creí morir de odio…
De entre sus brazos nacían recuerdos
De entre mis dedos las letras
De su mirada nacían las caricias
De mi labios una pena
Hasta que la razón violó la inmunidad
Y me alejó del momento eterno...
Apartando la vista me alejé en silencio
Desde entonces miro hacia el ventanal
Buscando en el reflejo su mirada
Buscando en el reflejo sus manos
Para encontrar en él mis recuerdos
Para encontrar en él mis miedos.
Mientras él busca en el reflejo
La razón de aquel invierno
Mientras él busca en el reflejo
Las fuerzas para olvidar su propio Infierno.
1 Dudas, opiniones o reclamos:
Muy buen poema!!.
"Mientras él busca en el reflejo
La razón de aquel invierno
Mientras él busca en el reflejo
Las fuerzas para olvidar su propio Infierno."
De lujo las letras, te diría que sigas así pero me parece que estás evolucionando tus manos y llevando la inspiración al siguiente nivel.
Un beso, Nelly.
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