II. Después de las doce

Se siente extraño
me duelen las manos y sangro
no quiero ver el espejo, miedo que avancen los años
ni quiero este trago amargo.

No sé qué es, no jodas los momentos,
duele también escribir y ver la foto en el piso,
han avanzado los versos sin mi permiso
y en tus poemas puedo ver mis muertos.

Dime ¿qué es?
me molesta, no estoy ahí,
me lo merecía, sabes que caminé tu prueba
y no cai hasta que el resto llegó al fin.

No es amor, no es odio,
¿qué es?
el tic tac no me ha derrumbado del todo
aun puedo escribir aunque duelan las manos
de tanto lodo en las letras
de tanto embarrarme el pasado.

Está bien, silencia,
pero es poema mi respuesta,
es sentimiento lo que obtienes
y aunque no sé qué es;
para mi ya está muerta
la palabra que más quieres.

Hola.

Porque ya han pasado las doce
y tú no has dejado que yo entienda
¿qué es?
ahora no me importa,
si alguien pregunta,
sólo diré que es ira,
sólo diré que duermes.