Explicó que el medicamento, que se aplica mediante una inyección y tiene un costo de 15 dólares, bloquea en los testículos la producción de testosterona durante seis meses y tiene un efecto en el cerebro, en la glándula hipófisis, que disminuye el apetito sexual y evita la irrigación de sangre en el pene, frenando la erección. El legislador dijo que, por encuestas a las que ha tenido acceso, la sociedad mexicana está de acuerdo con esta medida. Es más, "piden la castración quirúrgica, pero lógicamente no se puede aplicar ésta porque lo prohíbe la Constitución", sostuvo.
Graxias: El Comercio
0 Dudas, opiniones o reclamos:
Publicar un comentario