El ayer que no será mañana

Uno, dos, tres.

Me llamo Yobber
y soy el resto de la vida,
lo que quedó del ayer,
lo que olvidaron matar,
no hay vida sin muerte,
no sé amar, no hay suerte.

Nosle soy en otra dimensión,
ahí alcancé mi máximo sueño
y fracasé sin esfuerzo ni amor,
siendo de mi destino el dueño.

Vamos a volar un poco,
caer de abajo
y cantar al cielo
mientras me gritan "loco".

No es mentira que me enamoré
sino más bien verdad
como el miedo de perder
lo que ella está dejando atrás.

Prometí ser su amigo
pero no me engañes tristeza,
es difícil el destino,
me da vueltas la cabeza.

Le dije que sería eterno
y siempre estaría ahí
pero no seas falso invierno
todo tiene un fin.

Quise quererla como a nadie
pero fracasé
ya que me enamoré
y comencé a amarla,
yo, don nadie.

Acerqué mis palabras
a sus momentos
pero no bastan
y se mueren lentos.

Dijo que si existieran
cinco de ellas
todas me amarían
pero si la única que existe
no está cerca
para qué desear más estrellas.

Todo regresa a la nada,
lo que nunca tuve
no he de perder
y me crecen alas
mientras recuerdo lo que nunca supe
para olvidar lo que no sé.

Irracionalmente amor;
diremos que es amistad
en versos que parecen canción
si te los pones a cantar.

Esto es lo que hice
en un viaje a tu casa,
agradeciendo que existes
en palabras pocas pero que cansan.

Este es mi idioma;
la poesía,
este es mi universo;
la soledad,
este soy yo
y la melodía del poeta
que olvidarás.

Esta eres tú,
la mujer que busqué una eternidad
y ésta es la espera
que me aburre pero me hace amarte
cada vez más.